Guacanagarix fue el nombre de un Cacique taíno gobernante del Cacicazgo de Marién que a la llegada de Cristóbal Colón a su Cacicazgo, se mostró complaciente y generoso, quiso agradarlo con oro y a cambio le regalaron espejos, ya que no conocía este objeto y nunca había visto su propia cara. Un hecho que hace recordar al Cacique Guacanagarix como un pro extranjero, una condición que está muy presente actualmente en nuestra realidad social, pero con mucha fuerza en el área de la tecnología y las telecomunicaciones, donde existe una seducción ante cualquier supuesto técnico o experto extranjero que en la mayoría de los casos está por debajo de la formación, experiencia y capacidad del talento local.
jueves, abril 14, 2011
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1 comentario:
jajaja! buenisima la metafora,es la realidad latente de nuestro pais,pero no solo en el ambito TECh,no,no, lamentablemente en todos los ambitos
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